LA DESMEMORIA DEL PP

lunes, 27 de octubre de 2008

Sorprendente un artículo firmado por el portavoz del PP en el Senado, el Sr. García Escudero, que he leído estos días. Sorprendente porque su ausencia de rigor es absoluta. Señala el Sr. portavoz del PP que el Presidente del Gobierno lleva como bandera un principio irrebatible: el de la autoridad progresista.

Pues si, señor García Escudero, a poco que analice usted la realidad con un mínimo de seriedad podrá darse cuenta de que ese principio se está convirtiendo en irrefutable.

Quiero suponer que es usted consciente de que la grave crisis financiera internacional que vivimos es producto de un modelo económico ultraliberal que tiene su cuna y su cama en los postulados de la política neoconservadora que, por cierto, es la que usted defiende y la que su partido, el PP, postula.

Supongo, también, que recordará que los suyos, la derecha, siempre han defendido la desregulación del mercado. Ustedes lo han defendido y lo han practicado. ¿No recuerda aquello de que lo privado es más eficaz que lo público o aquello de adelgazar el Estado?

Por lo tanto, lo que si es irrebatible es que ha sido la ideología de derechas la que ha provocado un crack de la economía mundial como nunca se había producido y que, ahora, son los postulados políticos y económicos progresistas los que están poniendo soluciones encima de la mesa.

Aquellos grandes gurús de la economía neoclásica, que ustedes defendían con tanta alegría, no sólo están de retirada, sino que reconocen públicamente que se habían equivocado. ¿Leyó usted las declaraciones de Alan Greenspan reconociendo públicamente que se había equivocado? ¿Cuándo lo va a hacer el PP?

Sin embargo, los socialdemócratas y socialistas siempre hemos compartido la necesidad de que lo público, es decir la democracia, establezca normas en el ámbito económico y financiero, y teníamos razón. Los progresistas teníamos razón: los hechos lo demuestran.
También tenían razón los teóricos neokeynesianos: Krugman, Stiglitz, Samuelson, Solow… y tantos otros, que también fueron acusados por la derecha de compartir postulados progresistas.

Los socialistas no queremos una oposición que se allane tal y como usted afirma. No, señor García Escudero. Lo que deseamos es una oposición seria, que sea consciente de que su modo de entender la economía, la sociedad, el sector financiero ha obtenido un estrepitoso fracaso y que se vengan al lado de los que somos conscientes de que es necesario poner en marcha un nuevo sistema: más democrático, regulado y transparente.

Es la hora de aportar reflexiones serias y soluciones. Por que lo que está en juego es que está situación creada por un modelo conservador no tenga como víctimas a la ciudadanía, a la gran mayoría.

Y, por último y no menos importante: tengo que recordarle que los ciudadanos y ciudadanas españolas emitieron en marzo de este mismo año su veredicto y ese si que es incuestionable: el del voto en las urnas.

Con ese voto mayoritario la ciudadanía estaba apostando por el modelo con que el Partido Socialista con el Presidente del Gobierno a la cabeza concurrió a las elecciones generales: el de los principios y valores progresistas. Esto es en realidad lo que el PP aún no ha admitido. Que el PSOE gobierna en España porque lo han decidido los ciudadanos y ciudadanas.

REGULARIZAR LOS MERCADOS: UN RETO IMPRESCINDIBLE

miércoles, 8 de octubre de 2008


El 6 y el 7 de octubre se celebró en París una reunión de los presidentes de los grupos socialistas y social-demócratas europeos.

El objetivo de la reunión fue el de analizar los grandes temas a los que debe hacer frente la Unión Europea: política energética, migraciones e integración, política de seguridad, desarrollo sostenible, y como no podía ser de otra forma: la crisis económica internacional.

Los socialistas europeos, conscientes de la preocupación que despierta en la ciudadanía la actual situación de crisis, hemos querido fijar nuestra posición y dar a conocer cuales son las medidas que defendemos para hacerle frente.

Creemos que las medidas que se han tomado para estabilizar los sistemas bancarios, para garantizar los depósitos y para fomentar la confianza son muy relevantes, pero consideramos que hay que dar un paso más allá, poniendo fin al sistema de desregularización de los mercados que ha sido establecido por los conservadores y liberales durante más de 20 años.

Por ello demandamos: una legislación para controlar los fondos especulativos, la introducción de un sistema de control público sobre las agencias de valores, la limitación de salarios y retribuciones que reciben los directivos del ámbito financiero y la organización de un sistema mundial de cambios para poner fin a la especulación monetaria.

Debe ser la Comisión Europea la que lidere estas demandas y debe hacerlo de forma inmediata. Debe ser la Unión europea la que tome la iniciativa e impulse de forma conjunta medidas y esfuerzos para superar la crisis y debe hacerlo en el siguiente sentido: Agrupar esfuerzos para mantener la inversión, establecer una estrategia económica para superar la crisis y emanciparse del modelo ultraliberal que ha sido el responsable de la situación en la que todos nos encontramos.

En definitiva, pasar de un modelo carente de transparencia y control público a un modelo basado en reglas, protección y seguridad. Se trata de apostar por un cambio profundo en la gobernación de la economía y las finanzas. El reto es complejo, pero es imprescindible hacerle frente.