NUEVO TIEMPO

viernes, 22 de octubre de 2010

El Presidente del Gobierno ha tomado la decisión de dar un nuevo impulso a la acción de Gobierno. Creo que era una decisión deseada y esperada. Creo que era una decisión necesaria.

En los últimos tiempos hemos asistido a una situación económica muy grave, la más grave de los últimos ochenta años. La crisis financiera internacional provocó en todos los países del mundo una afectación muy profunda sobre la economía real, agravada en España por el crack del boom inmobiliario que ha provocado una pérdida de empleo muy profunda en nuestro país.

Frente a esta crisis, que nadie esperaba tan profunda y compleja, hubo que tomar medidas anticíclicas, promoviendo una fuerte inversión pública que permitiera mantener la inversión y la actividad productiva. A esto se dirigieron todos los esfuerzos del Gobierno tomando un número muy importante de medidas, por más que algunos, intencionadamente, lo quieran negar.

Además, hubo que poner en marcha acciones dirigidas a paliar las consecuencias que esta crisis provocó en las empresas, autónomos, las familias y los desempleados. Se hizo, también.

Por el camino, surgieron problemas, problemas serios, relacionados con la credibilidad de muchos países en los mercados. España estuvo ante el ojo del huracán y tuvo que dar respuestas a las demandas que se nos planteaban. No haberlo hecho hubiese supuesto caer en el abismo y un gobernante responsable no puede permitirlo.

Así que todos los gobiernos de todos los países de nuestro entorno comenzamos desarrollando una política de aumento del gasto para hacer frente a la paralización económica del entorno privado y tuvimos, posteriormente, que poner freno al déficit que ese gasto, que era imprescindible, había creado.

Junto a ello, éramos conscientes de que no podíamos frenar la modernización de nuestro modelo económico. Era necesario seguir apostando por el futuro y, por ello, seguimos con los proyectos basados en mantener la inversión en infraestructuras, en I+D+i, en educación, en política energética e industrial y en las reformas que España necesita para ser más productiva y competitiva.

Y llegó la presentación de un nuevo Presupuesto General del Estado que, también se logró quitar adelante.

Encauzados todos los problemas era la hora de poner al frente de la política a mujeres y hombres que se pusieran manos a la obra para desarrollar todos los proyectos y reformas previstas.

Eso es lo que ha hecho el Presidente del Gobierno: dar un nuevo giro a la acción política de los socialistas.

Algunos siguen hablando de improvisación pero saben que es falso. Siempre ha habido una hoja de ruta: primero hacer frente a las consecuencias de la crisis financiera internacional, después promover desde lo público el mantenimiento de la inversión, más tarde frenar el déficit e impedir una acción de los mercados que crearan una situación insostenible para España, inmediatamente poner en marcha las reformas y proyectos que permitan dibujar el futuro. Al lado de todo ello no abandonar a las personas. Ahora: dar un nuevo impulso a la acción fundamental de la política. Creo que a todo esto no se le puede llamar improvisación. Más bien, todo lo contrario. A esto yo le llamaría planificar y dar respuestas rápidas, muy rápidas, a los nuevos retos que se iban creando en el ámbito de lo global.

En el lado contrario tenemos a un PP que se ha acostado a la sombra del árbol de la crisis a esperar que una situación tan grave como la que hemos vivido se llevara por delante al Gobierno, a un Gobierno que tenía que hacer frente a la crisis tomando en muchos casos medidas impopulares.

Por mucho que digan nunca han hecho nada para echar una mano, no al Gobierno, sino a los españoles y españolas. A día de hoy no conocemos ni una sola de sus propuestas, ni una sola alternativa, ni un atisbo de responsabilidad o idea que tuviera como objetivo ponerse del lado de los ciudadanos para salir de la crisis.

Es totalmente falso que hayan presentado una alternativa a lo que el Gobierno ha venido haciendo. Es falso. No hay más que hojear los boletines oficiales del Congreso de los Diputados y del Senado para ver que es verdad lo que digo.

En la Reforma Laboral presentaron 71 enmiendas técnicas, ni un solo contenido que permitiera vislumbrar lo que harían si gobernasen.

En la reforma de las pensiones aún no sabemos cuales son sus propuestas.

En materia educativa se negaron a un gran Pacto de Estado, aunque había una enorme posibilidad de aunar voluntades para lograrlo.

En la reducción del gasto que tanto defienden ni una alternativa seria de las partidas en las que actuarían para lograrlo. Sólo frases hechas sin contenido real. Y, lo más grave, propuestas populistas, poco serias y absolutamente demagógicas que elevarían el gasto y aumentarían el déficit.

¿Cuál es la política energética que defienden? ¿Cuál es su propuesta de política industrial? ¿Qué harían para aumentar el empleo? ¿En qué sectores? ¿Cuál es la política medio-ambiental que plantean?… Nada de nada. No sabemos cual es su alternativa y esto sólo se puede deber a dos causas: o no la tienen o la ocultan.

Sinceramente, creo que la esconden. Creo que su propuesta sería la misma que está haciendo Cameron en Inglaterra: un recorte brutal del Estado de Bienestar. Aún no les he escuchado decir que opinan del ajuste que plantea el líder británico. Deberían hacerlo. Es uno de los suyos.

Dicen que su proyecto es el mismo que llevó adelante Aznar. ¿Quieren decir que volverían a plantear que España fuera un gran solar donde se volviera a una política especulativa del suelo que nos ha llevado a perder más de un millón de empleos cuando ha estallado la burbuja inmobiliaria que habían creado? ¿Quieren decir que privatizarían la educación, la sanidad, las pensiones, los servicios sociales como ya hicieron con las empresas públicas? ¿Quieren decir que daríamos marcha atrás en la inversión en educación e I+D+i que se ha duplicado en un caso y triplicado en el otro con el Gobierno de Zapatero?...

Desde luego, nadie puede decir que el PP improvise. Ni improvisa, ni propone, ni está, ni se le espera. Se han instalado en el diván, a ver si los malos tiempos los benefician y obtienen rentabilidad de los problemas que la situación económica ha creado.

Bien, dejémoslos con su estrategia de que todo vaya mal para ver si a ellos les va bien electoralmente, dejémoslos con su irresponsabilidad, dejémoslos con sus argumentarlos elaborados cada mañana y repartidos por sms que repiten como loros sin cabeza, dejémoslos con la descalificación, el ruido, la inconsistencia, la falta de rigor, la irresponsabilidad…

Toca dedicarse a lo que importa: salir de la crisis, reforzar nuestra economía, avanzar hacia un nuevo modelo económico, crear empleo y desarrollar todas las reformas que España necesita.

Esa ha sido la elección del Presidente del Gobierno y es la acertada.

No puedo finalizar esta pequeña reflexión sin agradecer a los ministros que se van su gran trabajo: ha sido una época muy dura, han hecho un esfuerzo sobrehumano, le han dedicado todas las horas del día a resolver los mil problemas que se iban generando y han dejado una hoja de ruta a seguir que otros continuarán. Más pronto que tarde se valorará su enorme dedicación en épocas muy difíciles, sus importantes aportaciones para solucionar las dificultades y su extraordinaria labor.

4 comentarios:

Antonio Valcárcel dijo...

Estimada Carmela:

Si el Partido Popular no presenta un proyecto que se materialice en una medida efectiva para sacarnos de la crisis, no ceo que sea capaz de ganar las próximas elecciones. Sin embargo, si el PSOE es capaz de convocar a los grandes beneficiarios de la crisis que tanto a diezmado a los españoles como a España recibiría votos de forma masiva; si fuera capaz de poner boca abajo a la GRAN BANCA hasta les que caigan el dinero que tienen en sus trajes y paraisos fiscales. Para ello sería necesario medidas y leyes internacionales que limitasen dichos y asquerosos paraisos fiscales.
De momento D. Emilio Botín estrecha la mano a un D. Mariano Rajoy que me recuerda a la entrrega del Rey musulman, Boabdil, de las llaves del Reino de Granada.

Cuando el Santander se mueve, es que está en los planes del PP.

Antonio Valcárcel dijo...

Estimada Carmela:

Si el Partido Popular no presenta un proyecto que se materialice en una medida efectiva para sacarnos de la crisis, no ceo que sea capaz de ganar las próximas elecciones. Sin embargo, si el PSOE es capaz de convocar a los grandes beneficiarios de la crisis que tanto a diezmado a los españoles como a España recibiría votos de forma masiva; si fuera capaz de poner boca abajo a la GRAN BANCA hasta les que caigan el dinero que tienen en sus trajes y paraisos fiscales. Para ello sería necesario medidas y leyes internacionales que limitasen dichos y asquerosos paraisos fiscales.
De momento, D. Emilio Botín dá la mano a un D. Mariano Rajoy que me recuerda a la entrrega del Rey musulman, Boabdil, de las llaves del Reino de Granada.

Anónimo dijo...

Vds. los políticos no son conscientes que hemos llegado a un punto de no retorno, donde a partir de ahora la gestión política ya no será igual.
Se va a acabar disponer de grandes presupuestos y se tiene que instaurar que el político tenga responsabilidad sobre su gestión.
Se van a acabar las listas cerradas y se implantará el sistema de tener que escuchar a los representados.
El poder judicial será independiente, por lo cual Vds. ya no estarán blindados frente al delito.
España no puede pagar 8.000 aytos y 17 autonomías, porque no generamos riqueza suficiente.
En fin, la ola ya se está desplazando hacia aquí y Vds. no la quieren ver.
Recuerden que en Italia forzaron tanto la máquina que acabó gobernando Berlusconi. Aquí sucederá algo parecido, gracias a su irresponsabilidad.
Hace 35 años exigiamos amnistía y libertad, y ahora exigimos libertad y democracia.
La historia les pondrá en su sitio.
Un saludo.

Higorca Gómez Carrasco dijo...

Enhorabuena por tan magnífico lugar, es fantástico poder leer ampliamente con naturalidad todo lo que se piensa, espero seguir pasando ya que soy una profunda admiradora de ese Pontevedra tan exquisita y profunda, me gusta pasear por sus calles, sentarme en uno de sus bares o restaurante y gozar de la paz del lugar.
Felices Fiestas amiga (perdón) pero me he sentido tan a gusto que me he permitido esa confianza.
Abrazos