NO VA DE CONTABILIZAR VOTOS. VA DE HACER FRENTE A LA CRISIS

martes, 18 de mayo de 2010

Seamos serios y analicemos lo que está sucediendo en el ámbito económico de la zona euro. De este modo podremos entender lo que está ocurriendo y no caer en comportamientos demagógicos, populistas e irresponsables que no favorecen hacer lo que hay que hacer en una situación compleja y de enorme complicación.

Hay que recordar que desde el 2007 el mundo tuvo que enfrentarse a situaciones muy complicadas: estallido de las hipotecas basura, aumento especulativo de los precios de los alimentos, falta de liquidez y solvencia de las entidades financieras, recesión de la economía productiva…

Esta situación obligó a los gobiernos a aumentar de una forma muy relevante la inversión pública, aumentando el gasto y generando un gran déficit. España, claro, también.

Ese aumento del gasto se dedicó a salvar a los bancos de la quiebra ya que, de lo contrario, la afección sobre la economía real hubiese sido catastrófica. Además hubo que apoyar a los sectores productivos evitando, así, una mayor pérdida de empleo y de de riqueza que hubiese tenido consecuencias gravísimas. Por otra parte fue necesario apoyar a las pequeñas y medianas empresas, a las entidades locales y a las familias. Y, lo más relevante, tuvimos que hacer frente a un crecimiento terrible del desempleo producto, en nuestro país, de un peso excesivo del sector de la construcción.

Una vez que se pusieron en marcha todas estas medidas y que los datos económicos mejoraban, debido a la acción de las medidas puestas en marcha., los especuladores, que habían sido los que crearon esta grave crisis económica, volvieron a actuar.

Los mercados financieros, los especuladores, pusieron en marcha una clara estrategia de ataque al euro, las agencias de calificación de riesgos que habían apoyado a empresas como Enron, a bancos como Lehman Brothers y a los productos opacos no regulados, cuestionaron, abiertamente, la situación de los países que han tenido que generar déficit para evitar el crack de sus economías.

En este escenario, los gobiernos han tenido que desarrollar planes contra el endeudamiento y el déficit público ya que existe una clara amenaza de los mercados de no prestar dinero y no renovar los créditos pendientes.

La situación es difícil, ya no sólo por sus devastadores efectos sino, también, por la imposibilidad de dar respuestas propias del Estado-Nación. Por ello los grandes gobiernos del mundo intentan ponerse de acuerdo para dar una respuesta conjunta.

Hay que recordar que en el G-20 se planteó, ya al inicio de la crisis, la necesidad de evitar los abusos que habían provocado la crisis financiera. En esas seguimos. En la necesidad de regular los mercados, en la creación de un fondo con ingresos propios de la banca para hacer frente a posibles nuevas situaciones de caída, a la creación de una tasa que contribuya a frenar la volatibilidad de los capitales, en poner topes a los bonus y a las bonificaciones insultantes de los ejecutivos.

Es necesario, sin duda, que los Gobiernos asuman la urgencia de tomar estas y otras medidas. No puede ser que los que han creado la crisis resulten los vencedores.

No es asumible que hayan emergido ataques al euro que parecían imposibles hace unas semanas. Ello obligó a la Unión Europea a tomar decisiones inesperadas tal y como ocurrió con la aprobación de un Fondo de Estabilidad de 750.000 millones de euros para hacer frente a las argucias especulativas que pretendían poner fin a la zona euro y, lo más doloroso: los planes de ajuste en los países más afectados.

España ha sido uno de los países que mayores ataques han sufrido y eso es lo que ha obligado al Presidente del Gobierno, a José Luis Rodríguez Zapatero, a anunciar un plan de ajuste duro. Un plan de ajuste que ni el gobierno ni el PSOE querían, pero que era imprescindible tomar.

Añadir, además, que no sólo ha sido nuestro país el que ha tenido que hacer frente a este ataque de los mercados: Portugal, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania, tendrán que pedir esfuerzos importantes a sus ciudadanos. De hecho, ya lo han anunciado.

El PP sabe todo esto, pero ha optado por ponerse enfrente del Gobierno en una guerra sin cuartel, que tiene como única finalidad la búsqueda de unos buenos resultados electorales. En esto sí que nos diferenciamos de lo que ha ocurrido y ocurre en el resto de los países europeos. En estos países los gobiernos han contando con la solidaridad de los grupos de la oposición.

Lo que está en juego es la estabilidad del euro y con ella, la de la economía. Eso no parece importarle al Sr. Rajoy, que un día pide un fuerte ajuste financiero y al otro día se niega a arrimar el hombro para lograrlo o plantea iniciativas que supondrían aumento del gasto y, por lo tanto, del déficit.

A los líderes se les ve cuando hay que tomar decisiones pensando en España, aparcando la contabilidad de los votos.

Rajoy y el PP han demostrado que nuestro país no es su prioridad, sino llegar a la Moncloa. No sé sí lo lograrán o no. Lo que sí sé es que no es el momento de los portazos, del ruido, de la descalificación, del alarmismo. Es el momento de la responsabilidad, de poner en marcha medidas que permitan hacer frente a los mercados y definir medidas que apuntalen el crecimiento económico.

El PP no está ni se les espera. Su único objetivo es deteriorar al Gobierno.

Sr. Rajoy, no va de eso. Va de mirar para las españolas y españoles. Va de luchar para mantener el Estado de Bienestar en Europa. Va de remar en la dirección de regular los mercados. Va de sacar a España de la crisis y generar confianza en nuestra economía.

Usted mismo, Sr. Rajoy.

3 comentarios:

Xabier Pita Wonenburger dijo...

CITA DE MARCO TULIO CICERON

"El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado,
la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los altos
funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a
otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La
gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa
del Estado."

Año 55 a.C.

antonio11 dijo...

Especuladores, el PP, burbuja inmobiliaria, burbuja finaciera. Ok, todos responsables de la crisis economica. Como es logico ni una palabra de la responsabilidad del gobierno. Y, mire usted por donde, era el que mas facil la tenia para evitarla. ¿Como? Tomando medidas para reducir el endedudamiento salvaje de los ultimos 10 años. Endeudamiento que conocian al dedillo(el banco de españa, p.ej. tiene los medios para saberlo al dia), pero endudamiento que al mismo tiempo hacia subir los indcadores ecomomicos (pib, etc..). España qudaba como una 'campeona' economica ante Europa, y el gobierno a presumir, que sienta muy bien. Me parece que se le ha 'olvidado esta cuestion'.¿Por que sera?. ¡Vigilen la cuentas Sra. Senadora¡ Esa es la funcion principal de una administracion.Caulquier administracion. Planificar y controlar. Asi evistaran la proxima crisis. Por cierto buena iniciativa la de pedir a la seleccion española que renuncia a su primas. Escandalosas primas pagadas con dinero publico. Saludos.

bartolome dijo...

Totalmente de acuerdo con su análisis sobre el origen de la crisis y las ineludibles y dolorosas medidas que hay que tomar para salir de ella.

También de acuerdo con la manifiesta irresponsabilidad del PP.

Pero creo que este mundo de hoy es muy distinto de aquel en que iniciaron su exitosa aventura las socialdemocracias europeas.

Tenemos un capitalismo fortalecido y sin complejos ahora que desapareció el miedo al contagio de la revolución comunista.

Tenemos unos organismos supranacionales que escapan al control directo de la ciudadanía y que se han mostrado con más poder que los propios Estados en este mundo globalizado.

Es decir un capitalismo fuerte y triunfante y unos evidentes déficits democráticos en el modo en que se organiza este nuevo mundo global.

La verdad es que da miedo. Corremos el riesgo de que las socialdemocracias europeas se queden estancadas en ideas y modos de actuación válidos en su momento pero ineficaces en la actualidad.

Los pueblos, la ciudadanía, no se pueden dejar avasallar por esta tiranía de nuevo cuño que está empezando a asomar su rostro.

Hay que buscar nuevas fórmulas y estrategias de futuro para defender el estado de bienestar, más allá de las inevitables urgencias impuestas por la realidad de la crisis.