¡ATENCIÓN!

miércoles, 1 de junio de 2011

Me preocupa la marcha atrás que ha dado la CEOE en lo relativo a cerrar un gran acuerdo con los sindicatos para adaptar los parámetros de la negociación colectiva a los nuevos tiempos.

Es indudable que un acuerdo entre los agentes sociales en los temas que les afectan directamente siempre favorece unos mejores resultados en la aplicación de las normas que el ejecutivo tiene que aprobar en sede parlamentaria.

Es indudable que la cesión de las partes es fundamental para lograr aunar los intereses contrapuestos.

Es indudable que los empresarios tienen una visión diferente a la de los representantes de los trabajadores en lo que se refiere al modelo del mercado de trabajo, el futuro de las pensiones, la negociación colectiva, la política energética o la industrial pero, no es menos cierto, que el acuerdo entre esas visiones distintas es muy saludable para avanzar hacia un modelo económico más sostenible y para mantener la paz social que es, además, un valor económico.

A pesar de la complejidad del acuerdo las negociaciones marchaban bien. El Secretario General de CC.OO lo describía de una forma muy visual:

“estábamos a un cuarto de hora de llegar a un acuerdo”.

Repentinamente todo cambió. La CEOE se descolgó con un documento que recogía propuestas que ya se habían discutido y no formaban parte del posible acuerdo final y lo ponían al borde del abismo.

¿Cuáles son las causas de esta marcha atrás? No hay que ser muy listo para adivinarlas. El día 22 de mayo hubo unas elecciones municipales y autonómicas de las que resultó vencedor el PP.

Eso ha provocado que los sectores más duros del empresariado hayan visto la posibilidad de que en un futuro pueda gobernar el PP en España y sus reinvidicaciones de máximos puedan ser admitidas por un gobierno de derechas. ¿Para qué renunciar a un modelo de negociación colectiva dónde tengan la sartén por el mango si saben que con el PP podrán ser los amos y señores? Esta es la actitud que han tomado. Creo que se equivocan rotundamente.

En primer lugar los ciudadanos aún no han hablado. El día 22 de mayo se votaron municipales y autonómicas. Está por ver que pasará en las generales de 2012. Estoy convencida de que hay partido y de que los ciudadanos valoraran lo mucho que está juego si dan paso a una derecha que sigue teniendo sus ojos puestos en los de siempre, en los suyos.

En segundo lugar creo que no han reflexionado con seriedad sobre el nivel de enfado que empieza a cundir en nuestro país. ¿De verdad creen que las españolas y españoles van a admitir que la única capacidad para decidir esté en manos de los empresarios y que se les restrinjan derechos? Yo les aconsejaría que se dieran un paseo por Sol. No vaya a ser que de tanto tirar de la cuerda se rompa y sean cientos de miles los españoles que salgan a decir: ¡Basta ya!

En tercer lugar tienen que saber que la modificación de la negociación colectiva se va a llevar al Parlamento y que se aprobará y estoy segura de que no se hará en la línea de máximos que los empresarios defienden.

En cuarto lugar deberían reflexionar sobre la imagen que dan intentando a última hora meter un gol por la escuadra cuando no se trata de ganar el partido sino de mostrar la responsabilidad que España necesita. Este tenía que ser un partido amistoso a favor de los intereses de nuestro país y no la defensa de uno de los equipos en liza.

En quinto lugar tienen que repensar el enorme valor que tiene mantener la paz social en nuestro país. Eso genera confianza y seguridad, permite dar respuestas a los problemas que padecemos sin confrontación, nos presenta ante los países de nuestro entorno como un Estado que, consciente de las dificultades, aúna esfuerzos para superar las dificultades, evita tensiones sociales que pueden tener efectos perniciosos sobre la economía y da una imagen de país avanzado que es capaz de establecer acuerdos fruto del diálogo.

Por eso hago desde aquí una llamada a la reflexión y quiero dar un toque de atención a los ciudadanos. ¿Es esto lo que nos espera si gobierna el PP? ¿Se van a poner del lado de los de siempre teniendo en cuenta sólo sus intereses? ¿Por qué se sienten tan fuertes los empresarios ante la posibilidad de que gobierne el PP en España? ¿Tienen algún compromiso adquirido con los empresarios?

¡Que responda cada cual! Yo lo tengo claro y no me gusta y por eso creo que hay que hacer una llamada de atención frente a lo que puede venir en el futuro.

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